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2. Historia

REVISIONISMO HISTÓRICO

 

La falsa sensación de seguridad del virya que habita en la caja roja suele proceder de una incorrecta percepción de la Historia. El virya perdido tiende a confundir los hechos culturales con los hechos históricos, y por eso trata de buscar una solución a la opresión por parte de la Sinarquía en libros escritos por mercenarios de la propia Sinarquía. La tela de araña llega a todos los rincones de la sociedad "democrática", y prácticamente todo está contaminado de desorientación cuidadosamente distribuida. Los historiadores sinárquicos se basan en dos pilares para construir su irrisorio relato: la Historia del Arte y la Ciencia. En este capítulo dilapidaremos la Historia del Arte, mientras que la Ciencia será expuesta con detalle en el siguiente capítulo.

 

 Exponiendo la falsedad de la Historia a través de la Historia del Arte


La exposición que vamos a hacer sigue linealmente la Historia Oficial, como pretendiendo que ese fue el verdadero orden de acontecimientos. ¿Por qué seguimos un esquema que sabemos que es falso? Porque si usáramos otra cronología el lector carecería de referencias y no podría seguir el texto. El lector ha sido condicionado para contar los años desde el supuesto nacimiento de Jesús de Nazaret, y es incapaz de usar otra cronología a la hora de comprender la Historia. Es por ello que vamos a hablar de temas que el lector puede que ya conozca pero con la diferencia de añadir la comprensión que proporciona la Sabiduría Hiperbórea. No trataremos la Historia Universal, sino solamente lo que se ha convenido en denominar "Historia de Occidente", la cual incluye no solamente Europa sino también el Norte de África y el Oriente Próximo. 

Cabe preguntarse, ¿por qué se afana la Sinarquía con tanto empeño en destruir, ocultar o tergiversar toda evidencia que contradiga su versión de la Historia? Para comprender esto hay que aclarar que la premisa básica de la Historia Oficial, así como también de la Ciencia, es el "progreso", es decir, "el pasado fue malo, el futuro será bueno". Esta es la táctica que la Sinarquía utiliza para engañar al virya perdido y que no busque respuestas en el pasado, dedicándose en su lugar a avanzar hacia el futuro, alimentando el desarrollo de las entelequias con su puesta de sentido. Tras la maníaca labor de ocultar el pasado y perseguir a los que osaran decir la verdad, ahora la Sinarquía de llevar a cabo la parte más difícil de su misión: mantener la mentira, evitar que se resquebraje. Para ello el virya perdido es animado a engullir cientos de libros y películas de fantasía histórica que los espectadores, en su ignorancia, los toman como fieles representaciones del hecho histórico, y así es cómo el virya recibe una visión del mundo diseñada a medida de su cautiverio.  

Así pues, usaremos el esquema de la Historia Oficial: Pre-Historia, Historia Antigua, Historia Medieval, Historia Moderna, Historia Contemporánea. Comencemos con la Pre-Historia. Tanto la cronología como el marco cultural de este periodo son totalmente inventados. Según los historiadores del Arte, había dos corrientes artísticas: o bien huellas de manos, o bien la pintura esquemática de animales o humanos.

A la izquierda, vista del techo de la Cueva de Altamira, situada en Santillana del Mar (Cantabria). A la derecha, vista de la Cueva de Lascaux, situada en Montignac (Dordoña). Hay tres posibilidades acerca del asunto de las pinturas rupestres: por un lado, podrían ser totalmente reales, en cuyo caso el proceso ritual lo desconocemos; por otro lado, podría ser falsas, pintadas en el siglo XIX por farsantes con el afán lúdico de lucrarse; y, finalmente, podrían haber sido pintadas por la Sinarquía para corroborar su teoría evolucionista y distraer la atención de lo excepcional de su localización.

Esta es la visión que la Sinarquía pretende grabar en el inconsciente colectivo: los peludos hombres de la Pre-Historia se comunican con gruñidos, vestían taparrabos de piel de mamut y vivían en la entrada de las cuevas, donde hacían fuego frotando un montón de paja seca con un palo para así organizar un buen festín de carne al son de los tambores. Así pues, se trataba, según la Sinarquía, de hombres poco inteligentes, "poco avanzados culturalmente". Sin embargo, es bien conocida una táctica sinárquica que consiste en sostener dos ideas contradictorias al mismo tiempo para debilitar la voluntad del virya, y este es un buen ejemplo de ello. La Historia Oficial afirma, además de lo anterior, que el hombre pre-histórico se dedicaba también a erigir construcciones megalíticas de millones de toneladas. Para ello, utilizaban piedra pura extraída de las montañas con precisión láser, y transportaban posteriormente las voluminosas moles de piedra a través de kilómetros de un terreno irregular de cordilleras, ríos y valles, y, arrastrándolas sobre el hielo solo con la ayuda de cuerdas y troncos. ¿Es posible que estos "hombres primitivos", siendo su mayor avance tecnológico unas romas hachas de sílex, no habiendo ni siquiera perfeccionado un arma tan sencilla como el arco, pudieran levantar semejante peso? ¿Acaso es posible levantar bloques de piedra de 50.000 kg con cuerdas de origen vegetal o animal? Los científicos opinan que sí. Para colmo de esta absurda teoría, los historiadores sostienen que, a este pueblo, el cual dominaba los aspectos más sutiles de las matemáticas, la astrología y la física, jamás tuvo la ocurrencia de plantar unas cuantas semillas en el suelo, y por ello subsistían cazando mamuts o recolectando bayas.

La arquitectura del período denominado "Pre-Historia" se compone de innumerables construcciones ciclópeas que no se pueden llevar a cabo ni siquiera con la tecnología de la que disponemos hoy en día, requiriendo necesariamente de una ciencia superior a la ciencia materialista, ridícula en comparación. Seguro que nuestros "científicos" son capaces de apilar piedra sobre piedra, o metal sobre metal, pero jamás sabrán hacerlo por sí solos de manera que la piedra o el material en cuestión adquiera unas cualidades mágicas insospechadas. Los historiadores sinarquizantes argumentan que se trataba de meros recintos donde realizar danzas rituales para pedir a los Dioses fertilidad en las cosechas (cuando en realidad los pueblos del Pacto de Sangre disponían del secreto de la Agricultura) o donde enterrar a los muertos (cuando en realidad los Atlantes Blancos quemaban los cadáveres despreciando los despojos inservibles  del cuerpo físico).

A la izquierda, interior del Dolmen  de Menga, en Antequera (Málaga), datado en el 4700 antes de Jesúscristo. Nótese el perfecto pulido de la piedra. A la derecha, fotograma de la película "Conan el Bárbaro" (1982) rodada casi en su totalidad en tierras ibéricas. El nombre de la localización de estas piedras ciclópeas es Ciudad Encantada, en Cuenca.

Los historiadores postulan una línea narrativa que ligaría a los monumentos megalíticos con ritos funerarios llevados a cabo por pueblos posteriores miles de años en el tiempo. La Historia Oficial, que desconoce la función de los antiquísimos monumentos megalíticos, incluyendo a las pirámides de Oriente Próximo, recurre a la manida explicación de que eran al mismo tiempo "templos" y "tumbas", en los cuales los sacerdotes llevaban a cabo su culto. Sin embargo, no son capaces de relacionar la repentina aparición de esta casta sacerdotal con la construcción material de los monumentos, y lo achacan a la "evolución" o el "progreso" sin dar más explicaciones. En realidad, no eran ni templos ni tumbas; de hecho, las tumbas son de reciente implantación en Europa, de la mano de la imposición del judeo-cristianismo. El símbolo de la cruz se utilizó con la intención de propagar el temor a la muerte y su consiguiente juicio kármico entre la población. Los cementerios y el negocio funerario son de reciente aparición, antes de la cual los cadáveres se incineraban, como ya se ha apuntado.


A la izquierda, la mastaba (o pirámide escalonada) de Zoser, situado cerca de Menfis (Egipto), cuya construcción es atribuida al legendario erudito egipcio Imhotep. A la derecha, ruinas del zigurat de Ur, cerca de Nasiriya (Irak). Fue reconstruido por el también legendario Nabucodonosor II, rey de Babilonia, el cual es célebre entre la población irakí (y denostado por parte de los israelitas) por ser el destructor del Primer Templo de Jerusalén.

No tenemos manera de comprobar la fecha de construcción de las pirámides debido a que la prueba de carbono14 no puede ser efectuada en la piedra. La prueba se aplica a los restos humanos encontrados en su interior o alrededor, pero esto no significa que esos restos correspondan con la etapa en la que se construyeron los monumentos. Seguramente, los egipcios que fundaron las sucesivas dinastías imperiales llegaron allí y se encontraron las pirámides ya construidas, pues es imposible construir las colosales pirámides con mano de obra esclava. A pesar de ello, la Sinarquía se afana en encargar a los estudios cinematográficos incontables películas, intentando hacer pasar su ficción teatral y sensacionalista por hechos históricos, para, de esa forma, grabarlo a fuego en la retina de la población. Este problema en la datación de las pirámides sucede también con todos los demás monumentos megalíticos. La arqueología no posee ni las herramientas ni la capacidad comprensiva necesaria para establecer una relación histórica fundamentada. ¿Cómo explicar las pirámides descubiertas en el fondo del mar? Habría que rehacer toda la cronología de la Historia, lo que conllevaría tirar la mayoría de los libros académicos directamente a la basura. Y, evidentemente, donde no existe el Honor se prefiere mentir para no perder dinero. El argumentario que justifica la versión sinárquica en torno a los monumentos megalíticos es tan endeble e hilarante como la imagen de Wikipedia que explica cómo se hace una construcción megalítica.

Tras la "Pre-Historia", arribamos al comienzo de la Historia escrita, es decir, al comienzo de la aparición de documentos codificados en lenguajes habituales. Este es justamente el criterio racional en el que los historiadores y científicos de la Sinarquía se basan para establecer cuándo comienza la Historia Humana. Desde luego, como fue aclarado al comienzo del capítulo, estamos tratando de la "Historia de Occidente", pues cuando las civilizaciones de Asiria, Babilonia y Sumeria comenzaban a dar sus primeros pasos, en Asia las civilizaciones Indoaria y China ya llevaban un largo recorrido "histórico". Así pues, se considera que la "Historia Antigua" (el comienzo de la Historia Humana según la Sinarquía) viene determinada por la sedentarización, el ascenso de la casta sacerdotal y la difusión y perfeccionamiento de la escritura y artefactos culturales en las mencionadas civilizaciones de Oriente Próximo. Posteriormente, con la decadencia de estos Imperios, ascenderían otras potencias en el Mediterráneo, es decir, los griegos, los romanos y los cartagineses. Sin embargo, es de gran importancia exponer brevemente la esencial diferencia entre la civilización Grecorromana y la civilización Cartaginesa, pudiendo posteriormente el lector ampliar su visión al respecto mediante la lectura de El Misterio de Belicena Villca:

Existen dos modelos a la hora de realizar un Imperio sobre la Tierra: el modelo Grecorromano y el modelo Cartaginés-Anglosajón. El modelo Grecorromano se fundamenta en el Principio hiperbóreo del Honor, de manera que respeta aquellos pueblos vencidos militarmente y les otorga el valor correspondiente a su valentía, sin humillarles ni destruir su identidad, aceptándolos en su seno como ciudadanos del Imperio. El modelo Cartaginés-Anglosajón, en cambio, se fundamenta en la Ley del Rey Salomón representada en la Biblia, de manera que los pueblos vencidos militarmente son degradados, dividiendo a su población y a sus estados, hasta convertirlos en una herramienta productiva para los fines del Imperio. Expuesto de este modo, las diferencias son evidentes. Mientras que las sociedades bajo el modelo Grecorromano se rigen en base a una ética que consiste en la obligación moral de procurar el bien común, las sociedades bajo el modelo Cartaginés-Anglosajón se rigen en base a un sistema jurídico amoral que consiste en el derecho amoral de dividir el bien común para extraer su valor utilitario. La concepción del valor del modelo Grecorromano gira en torno al Principio ético noológico del Honor. En cambio, la concepción del valor en el modelo Cartaginés-Anglosajón gira en torno al principio ético psicológico de la utilidad material, es decir, el beneficio económico. Huelga resaltar bajo qué modelo nos encontramos en la actualidad, a principios del siglo XXI. 

Continuando con nuestra exposición, las civilización Griega sucumbió al "florecimiento del arte" en la "etapa clásica", marcando justamente el comienzo de la decadencia coincidente con la caída de las aristocracias guerreras y el ascenso de la casta sacerdotal. El interés sacerdotal se centró en ensalzar la "divina proporción" mediante la producción de estatuas y templos de inspiración hermética (movimiento místico de origen hiperbóreo que fue infiltrado y asimilado a la Sinarquía). El arte "clásico" se basa en la cábala numérica, y su finalidad, como así es interpretado hoy en día, corresponde al culto sacerdotal, a las conmemoraciones, a lo banal-social, a los festejos, al turismo, etc. La institución del teatro tuvo probablemente, en su origen, una función iniciática, herederándola de las escuelas de Misterio, pero, debido a la influencia de la casta sacerdotal, el componente iniciático ha sido desorientado, cayendo finalmente dichas obras en lo espectacular lúdico-sacralizante. Es evidente, por otra parte, si tenemos en cuenta los diálogos platónicos y otros textos de lejana inspiración gnóstica, lo diferente que sería la verdadera sociedad griega, tras su caída cultural, de esa supuesta "sociedad sabia" de la que tanto hablan los académicos. Al igual que F. Nietzsche arremete lleno de odio en su libro "El Crepúsculo de los Ídolos" contra el inmaterialismo que desintegra su fantasía materialista, del mismo modo los ciudadanos atenienses arremeterían llenos de odio contra Sócrates al desvelar este la vanidad de sus vidas. Por ello, si el virya quiere leer a Nietzsche, habrá de hacerlo con una visión crítica. El hecho de que un autor sea laureado por los artífices del movimiento nacionalsocialista no significa que el virya que se identifique con los valores promovidos por dicho movimiento deba necesariamente aplaudir o siquiera leer a dichos autores. Que cada uno lea con discernimiento para discriminar lo que está escrito desde el Espíritu y lo que está escrito desde el Alma.

A la izquierda, los restos del Tholos de Delfos (región de Grecia Central). Este lugar fue un célebre centro iniciático de la antigüedad, aunque no conocemos los detalles. El término tholos hace referencia simplemente a una construcción circular, que podían estar en la superficie o bajo tierra. En el centro y a la derecha, exterior e interior del Tholos de Atreo, situado en Micenas (región de Peloponeso). Este mismo esquema de construcción puede encontrarse en regiones tan distantes como Almería, en el yacimiento de Los Millares. La costa andaluza, al igual que el golfo de Vizcaya, es una zona prominente en cuanto a paisajes megalíticos y restos arqueológicos inexplicables.

Préstese atención a la planta circular de los mencionados tholos. El modelo arquitectónico de media esfera sobre una base ortogonal, independientemente del número de lados, está presente en monumentos de diversas épocas en distintas partes del mundo muy separadas entre sí. Ejemplos muy conocidos de edificaciones con cúpulas son San Pietro en Roma, Santa María en Florencia, Santa Sofía en Estambul o San Basilio en Moscú, el Domo de la Roca en Jerusalén y el Taj Mahal en Agra. Esta semi-esfera, por lo general coronada con un óculo (pequeña obertura circular) o bien con un emblema, representa el modelo de espíritu-esfera que Nimrod expone en los Fundamentos de la Sabiduría Hiperbórea. El simbolismo del óculo corresponde con el desprendimiento de lo que no es real, solamente trascendiendo "hacia arriba" aquello que no corresponde con lo que ha de quedar "bajo la esfera". Es una metáfora de la liberación espiritual, por lo que, aunque para el ojo inexperto puedan parecer iguales, algunas construcciones que dispongan de una cúpula podrían no ser templos, sino centros iniciáticos. El "templo" de Agrippa pudo ser una referencia en este sentido en la zona Imperial Romana mediterránea hasta que sobrevino la tergiversación cultural por parte de la Sinarquía. Roma, heredera del Imperio Helénico de Alejandro Magno, fue la fuente en la que se inspiraron los arquitectos del nacionalsocialismo para remodelar sus ciudades en torno a un ideal heroico. Las manifestaciones artísticas que han sobrevivido de la civilización Grecorromana cumplían con el principio ético del Bien Común, es decir, estaba dirigidas a lo público, y no a lo privado, para que el conjunto del pueblo pudiese beneficiarse de su mística.

A la izquierda, el interior del Panteón de Agripa (tambien llamado Panteón de Adriano, Panteón de Roma, o simplemente Panteón).. Nótese que no es un "templo" dedicado al Creador, sino a una multitud de Dioses, los cuales eran percibidos por el pueblo pre-judeo-cristiano como guías espirituales. A la derecha, el exterior, donde puede apreciarse cómo el pórtico de columnas ha sido añadido posteriormente para hacer encajar la historia del "mundo clásico" inventada por la Sinarquía. De hecho, justo detrás puede apreciarse claramente la verdadera fachada.

Tras la traición que acaeció en el tardío Imperio Romano, sustituyendo su panteón pagano de origen hiperbóreo por el culto judeo-cristiano en el siglo IV, sobrevino la toma germana del poder imperial, comenzando un período de aproximadamente 1000 años (hasta la revolución del Renacimiento) que en la Historia Oficial se denomina "Edad Oscura" o "Edad Media" ("media", como tránsito entre la Edad Antigua y el Renacimiento). El término "Edad Oscura" se debe a la escasa evidencia documental comprendida en dicho milenio, lo que impide datar y esquematizar narrativamente con suficiente rigor los hechos históricos. Recientemente ha surgido una escuela de revisionismo histórico en Rusia, cuyo exponente más conocido es Anatoly T. Fomenko, que sugiere que los 1000 años de la "Edad Media" son ficticios, y que todo lo ocurrido en la Edad Antigua ocurrió realmente en el período denominado Edad Media, de manera que Jesús (cuya verdadera identidad sería el emperador bizantino Andrónico Comneno) habría nacido hace 1000 años y no 2000, siendo la Historia Oficial un relato inventado confeccionado a medida de los intereses sinárquicos tras la revolución renacentista, con el fin de ocultar el genocidio de pueblos europeos que se rebelaron a los planes de la Sinarquía, como ocurrió el siglo pasado en el caso de Alemania. La lectura de estos libros de revisionismo histórico debería servir al lector para constatar la manipulación y oscurecimiento de los hechos históricos, y no para comulgar ciegamente con su visión ruso-céntrica de la realidad. Sin embargo, comprenda el lector que no estamos negando la herencia hiperbórea de Rusia y otras naciones eslavas, sino denunciando la ética psicológica de aquellos académicos cuya verdad se apoya no en el recuerdo de la Sangre Pura sino en la financiación partidista. Y es precisamente debido a esta falta de evidencia documental que hemos mencionado por lo que los historiadores sinárquicos han recurrido a la invención de hechos culturales, propagando el miedo con sus producciones literarias y audiovisuales a lo largo de los siglos. Sin embargo, como sucedió en el siglo XIX con el Romanticismo, el murmuro de la Sangre Pura sigue presente hoy en día, y la población, a pesar de la demonización de las sociedades medievales, sigue teniendo una fuerte atracción por los relatos de caballería, de reyes y princesas, de magia y aventura, de espada y sangre, y todavía son muy extendidas en Europa las tradiciones y celebraciones populares de origen o temática "medieval".

La línea argumental de la Historia Oficial es la siguiente: El románico es un estilo "primitivo" que gracias a la "evolución" ha dado lugar al gáulico. Nótese que decimos gáulico y no "gótico", que es el nombre universalmente usado para hacer referencia a este período de la Historia del Arte. Sin embargo, no usaremos ese término pues semejante denominación corresponde al desprecio del agente sinarca Giorgio Vasari hacia los "godos", es decir, por metonimia, hacia los pueblos germanos, considerando indignas a las manifestaciones culturales de los germanos respecto de las de los "italianos" de la época (la palabra aparece en comillas porque entonces no existía lo que hoy se entiende por "Italia", sino que eran diversos reinos, además de que el componente genético de muchos artistas "italianos" de la época es bastante sospechoso). De este modo, las formas simples y robustas del románico serían "inferiores" a las formas complejas y espigadas del gáulico. Evidentemente, el objetivo es difundir la opinión de que lo "bueno" es el progreso hacia la entelequia, además de polarizar el eje axiológico en favor del Pacto Cultural, de manera que una sociedad agraria-guerrera es "mala" y una sociedad nómada-mercantil es "buena". Así pues, la característica más destacable de la "Baja Edad Media" es la construcción de grandes catedrales en toda Europa. La misma existencia de las catedrales, esas gigantescas moles de piedra que se mantienen en pie durante siglos y cuya estructura implica una ingeniería tan avanzada que la ciencia actual no es capaz de edificar manteniendo proporciones matemáticas tan exactas y eficientes, está en evidente contradicción con el estereotipo de lo "medieval" promovido por la Sinarquía, como una etapa de analfabetismo, pobreza y barbarie. La condición para que un templo tenga la categoría de "catedral" no es su tamaño o vistosidad, sino el hecho de que dentro opere un sinarca de alta posición en la jerarquía. Las catedrales constituyen un templo cuyo ritual es la orgía sensorial, aunándose la vista (pintura, escultura, arquitectura) con el oído (la cábala acústica, mediante la música y la recitación de los textos sagrados), además del olfato (la sensualidad de los perfumes) y el tacto (las danzas hipnóticas, como, por ejemplo, las de la orden Mevleví o las procesiones de encapuchados).

A la izquierda arriba, la correspondencia de la portada de la catedral de Chartres con el sistema de chakras. A la izquierda abajo, un esquema de su tecnología basada en la cábala acústica. A la derecha, en el suelo de la catedral, se puede observar una de las más famosas deformaciones del laberinto exterior de Wotan.

Arribamos a los siglos XV-XVI. Lo que la Historia Oficial denomina "Renacimiento" hace referencia a un movimiento cultural fatídico para el Espíritu, fomentado intencionalmente para propagar el materialismo en Europa. En los Institutos y Universidades los profesores adoctrinan a la juventud en la adoración de la belleza del arte, omitiendo las implicaciones ocultistas que tenían las más famosas obras de arte del Renacimiento. Leonardo Da Vinci es tal vez el ocultista más célebre, pero desde luego no el único. No debe subestimarse el gran avance técnico de la ofensiva pictórica y escultórica renacentista, cuyo fin es "educar" a la población, dibujando en su mente escenas de aquellas épocas de las que "no se conservan documentos", creando un mundo antiguo irreal, producto de la fantasía, para justificar así la narrativa histórica que en esos años se estaba forjando. A esto hay que sumarle los egrégoros amorosos propagados por los escritores italianos de la época, encuadrados en el Dolce Stil Nuovo, distorsionando con su mezquino sentimentalismo el original significado iniciático de las Canciones de Amor de los trovadores cátaros. 
 
Por motivos de tiempo, no es conveniente hacer una reseña completa acerca de las múltiples contradicciones y puntos ciegos que tiene la narrativa de la Historia Oficial. Como ya anunciamos al principio, este capítulo se centraría en mostrar la Historia del Arte como una herramienta al servicio de la Sinarquía. Por ello, simplemente diremos que, aunque los historiadores han pretendido hacernos ver el Renacimiento como época de prosperidad y sabiduría, cuando lo cierto es que fue tan oscurantista y brutal como cualquier otra. Si bien la Historia Oficial de la Edad Media se centra en cruzadas, persecuciones, masacres, epidemias, etc., en el Renacimiento el foco está colocado sobre los avances técnicos de la Ciencia, y, con ello, del Arte, además de la celebración de la caída de los feudos señoriales en favor de los Estados-Nación regidos bajo una ética psicológica. En lo respectivo a la sociedad y sus valores, las dinámicas sociales materialistas se fortalecieron en la época del Renacimiento, dando lugar a una opinión pública que tolera que un sector de la población viva en la pobreza al mismo tiempo que por un lienzo se pujen millones de euros. El arte, tal y como se comprende en la actualidad, no tiene una función iniciática, mientras que sí la tenía en otras épocas, como en la Alemania nacionalsocialista. El mundo del arte y su comercio se basa hoy en la estafa, el blanqueo de dinero negro y la captura de inconscientes colectivos. El arte fue y sigue siendo una táctica eficaz por parte de la Sinarquía para propagar el culto y la ética psicológica. Como ejemplo pueden ponerse las pinturas de Pietro Perugino, entre los que se incluye un homenaje a Bernardo de Claraval.
A la izquierda, podemos observar el "Hombre de Vitruvio" del ocultista Da Vinci, el cual aparece representado en base a la proporción del número Phi (también llamado Tau), representando además con sus extremidades posiciones rúnicas.. A la derecha, "Perseo decapitando a Medusa", de Cellini. Obras como esta refuerzan la versión Sinárquica de la Historia.

Después del terror y violencia de la "Revolución Francesa", como si despertaran de una pesadilla, los pueblos de Europa retornaron a sus propios valores tradicionales. En el arte, el regreso de una estética heroica y mística es conocido como Romanticismo. En vista de lo ya apuntado acerca del estilo románico de arquitectura, podría señalarse que el Romanticismo es un fenómeno de recuperación de la ideología imperial que era común en Europa antes de la degeneración promovida durante el Renacimiento y la Ilustración (es decir, la caída desde la ética noológica a la ética psicológica). En el siglo XIX, por lo tanto, se revaloriza la literatura medieval, redescubriéndose la Sabiduría Hiperbórea contenida en las viejas leyendas populares (a pesar de la evidente manipulación judeo-cristiana). Cada nación europea tiene sus propios héroes plasmados en leyendas orales o escritas, su propio folklore e identidad ancestral. La última nación que se levantó como líder en la lucha por la recuperación de la Sabiduría Hiperbórea fue Alemania, de la mano de genios como Schopenhauer o Wagner, entre muchos otros. El Imperio Grecorromano Germánico permanece encapsulado en el tiempo como esa misteriosa nación traicionada y sumida en la miseria económica y moral que en 6 años se convirtió por su propia voluntad en la indiscutible primera potencia mundial. Semejante recuperación económica no tiene precedentes en la Historia, pero jamás se hubiese podido llevar a cabo sin contar con un pueblo imbuido por completo en una mística nacional, concepto que el lector solo podrá abarcar tras la lectura y comprensión de la obra de Nimrod de Rosario. Finalmente, es necesario declarar abiertamente que todo revisionismo histórico trabaja dentro del marco cultural. La cuestión de la Historia y su tergiversación es simple de resolver: toda cultura ha de ser abandonada en el proceso de liberación espiritual. En el siguiente capítulo, Ciencia, el lector podrá comprender mejor las falacias del racionalismo moderno para disolver definitivamente la ilusión de la caja verde.

"La lucha de Thor con los gigantes", del sueco Marten Eskil Vinge (1872). Descárguese la foto, haga zoom y nótese el detalle de la esvástica levógira inclinada 45 grados en la hebilla del cinturón de Thor. Esta esvástica es la misma que Hitler empleó en el diseño de su bandera. A la derecha, "Der Bannertrager" (El Porta-estandarte), del austríaco Hubert Lanzinger (1935). En la imagen Hitler aparece representado como Lohengrin, a modo de héroe caballeresco wagneriano.